Sí, suena duro.
Pero quiero serte honesto porque este error me costó tiempo, energía… y dinero.
Durante los primeros años de emprender, quise montar 3 proyectos a la vez.
En mi cabeza sonaba lógico:
Tengo muchas horas al día.
Puedo organizarme.
Más proyectos = más dinero.
Hasta que me di el tortazo.
Porque todos esos pensamientos son mentiras.
La clave no son las horas que tienes.
Es la energía que puedes dedicar con calidad.
Cada vez que abres un nuevo proyecto, tu energía se divide.
Y cuando todo tiene un 30%, nada llega al 100%.
Mira cualquier caso de éxito real:
Amancio Ortega → Inditex
José Elías → Luz
Pablo Motos → El Hormiguero
Todos hicieron dinero con una sola cosa.
Cuando esa cosa funcionó, entonces diversificaron.
Pero al principio, foco absoluto.
Ahora mismo tienes 2 caminos:
Camino A: seguir siendo un malabarista emprendedor, manteniendo 5 pelotas en el aire... hasta que todas caigan.
Camino B: elegir tu mejor idea. Ponerle toda tu energía. Hacerla funcionar como un reloj suizo.
No te creas eso de “las 15 fuentes de ingreso” si aún no tienes ni una que funcione de verdad.
Emprender disperso es la forma más rápida de agotarte y no ver resultados.
Emprender con foco es aburrido a veces, sí.
Pero es lo que te lleva lejos.
P.D.: Tu mente va a querer saltar a "la próxima gran idea." Resiste.
— Erik
Mentalidad Imparable